...Cuando Jezabel se enteró de la muerte de los sacerdotes de Baal en manos del profeta Elías, se encendió en furia y envió un mensajero para anunciar al profeta que al día siguiente él iba a sufrir la misma muerte que los sacerdotes.
La reacción de Elías no se hizo esperar, pero no fue la que estaríamos esperando de un profeta que clamó a Dios e hizo caer fuego del cielo sobre el altar de los sacrificios, después de desafiar a 450 profetas de Baal, y 400 sacerdotes de Asera.
Elías decidió huir al desierto
y estaba tan abatido que se sentó debajo de un árbol para dejarse morir, pero Dios no abandonó a Elías en su desesperanza, sino que le envió un ángel para que lo alimentara y tuviese fuerzas para seguir su camino.
Cuarenta días y noches anduvo por el desierto hasta que llegó a Horeb, al monte de Dios. Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche.
Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: "¿Qué haces?"...
Por muy valiente que fuera Elias, que lo fue
la nueva misión que tenía por delante, le desbordó
huyó, dejó de comer, e incluso se escondió para que nadie le viera
pero habia alguien que le amaba
y que le permitió que tocara fondo unos días antes de rescartarlo
no lo sacó a la fuerza de la cueva
sólo le llamó
le recordó que seguía ahí
que tenía una misión dificil, si
pero siempre estaria junto a el
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