"Es verdad que en este Schubert se encuentra una chispa divina"
(Atribuido a Ludwig van Beethoven).
Schubert admiro durante toda su vida a Beethoven, si a eso le añadimos que éste ultimo no era muy asiduo a los halagos hacia sus contemporáneos, nos daremos cuenta de la importancia que estas palabras tuvieron en la vida del pianista.
(Atribuido a Ludwig van Beethoven).
Schubert admiro durante toda su vida a Beethoven, si a eso le añadimos que éste ultimo no era muy asiduo a los halagos hacia sus contemporáneos, nos daremos cuenta de la importancia que estas palabras tuvieron en la vida del pianista.
Beethoven no fue alguien que se caracterizara por sus ironías o mordacidades sino, más bien, todo lo contrario por su vehemencia, su impulsividad, su personalidad avasallante y su tosquedad en el trato. Y sino fijaros las lindezas que le soltó a su amigo y alumno Karl Alois, príncipe de Lichnowsky, uno de sus principales sostenes económicos y a quien, además, le dedicó su segunda sinfonía.
Sin medir las consecuencias, le escribió: "Príncipe lo eres por accidente de nacimiento. Lo que yo soy, lo soy por mí mismo. Hay y habrá miles de príncipes. Sólo hay un Beethoven".
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