Hace un par de cambios de vida descubrí que estar donde quieres es mucho más divertido que estar donde no quieres, que decir lo que sientes es bastante más placentero que no hacerlo, y que abrazar cuando te apetece es infinitamente más bonito que cuando te obligan. Y con todo esto y sus viceversas aprendí a no darle vueltas a las cosas que marean, aprendí a no hacer nada que tenga que explicar y a no querer nada que tenga que pedir. Aprendí que cuando quieres estar cerca no estás lejos, sin más. Da igual lo que diga la letra pequeña del cuento. (LA LETRA PEQUEÑA. patricia Benito)