Los franceses lo llamaron pomme d’amour, es decir, “manzana del amor”. Y puede que lo llamaron así, porque algunos herbolarios atribuyeron al tomate propiedades afrodisíacas.
Hace poco mas de un año, llené mi cocina de rojo, botes y más botes…aún quedan algunos de ellos, ricos, alegrando mis comidas y llenándolas de aquel amor con el que fueron hechos.
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