conozco todas y cada una de las espinas de esta rosa
he dejado sangre en algunas de ellas
y aún así la sigo admirando
por eso no la corto
la veo crecer
frente a una piedra descomunal
o cerca de un gran gigante
escuchando una canción
leyendo un versículo
digitando mozart
regando el huerto
frente a dos cerezos que se han cansado
o con una mermelada falsa
así, con agua caliente, tilas
y manos frias...bloqueamos el fuego
y no dejo de escuchar a Antonio Vega mientras cae el agua..
así, en paz
me presentas al sr. Ave y me lleva
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