Quiso volar igual que las gaviotas, libre en el aire, por el aire libre y los demás dijeron, ""¡pobre idiota, no sabe que volar es imposible!"". Mas él alzó sus sueños hacia el cielo y poco a poco, fue ganando altura y los demás, quedaron en el suelo guardando la cordura. Y construyó, castillos en aire a pleno sol, con nubes de algodón, en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón. Y construyó ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocó al duende de las cosas que tiene mucho que ver con el amor. En los demás, al verlo tan dichoso, cundió la alarma, se dictaron normas, ""No vaya a ser que fuera contagioso..."" tratar de ser feliz de aquella forma. La conclusión, es clara y contundente, lo condenaron por su chifladura a convivir de nuevo con la gente, vestido de cordura. Por construir castillos en el aire a pleno sol, con nubes de algodón en un lugar, adonde nunca nadie pudo llega...